El "Modelo de la Activación en Cascada"
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Diez años después de su célebre artículo “Framing: Toward Clarification of a Fractured Paradigm” —publicado en el año 1993—, Robert Entman propone un nuevo giro al proceso de framing, concentrándose en la relación entre el gobierno y los medios de comunicación, en su trabajo “Cascading Activation: Contesting the White House's Frame After 9/11”, artículo publicado en 2003 y consolidado en 2004, en su libro “Projection of Power”.
¿Por qué nos interesa Entman para reflexionar sobre el denominado framing process? ¿Por qué darle un apartado a su trabajo en esta clase? Primero, porque este autor piensa el proceso de encuadre desde la postura del emisor. Segundo, nos interesa este artículo en particular porque queremos desentrañar su comprensión del framing como el proceso central por el cual los funcionarios gubernamentales y los periodistas ejercen influencia política sobre los demás y sobre el público. “La comunicación política exitosa requiere encuadrar los acontecimientos, editar, y atender las maneras que promueven las percepciones y las interpretaciones que benefician a un lado mientras que obstaculizan el otro” (Entman, 2003, p. 417)
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Vamos un poco más atrás. Entman define el termino encuadrar como “seleccionar y resaltar algunas facetas de los acontecimientos o problemas y establecer conexiones entre ellos para promover una interpretación, evaluación y o solución particular” (Entman, 2003, p. 417). Las palabras y las imágenes que componen el marco se pueden distinguir del resto de las noticias por su capacidad de estimular el apoyo u oposición a las partes en un conflicto político. Para ser tales —asume Entman en este trabajo—, los encuadres noticiosos deben cumplir al menos dos de las siguientes funciones básicas cuando cubren un acontecimiento: Definir los efectos o condiciones como problemáticas; identificar las causas; transmitir un juicio moral de los implicados en la materia enmarcada; apoyar remedios o mejoras a la situación problemática.
Algunos aspectos expresados por este autor resultan elocuentes. Primero, que las palabras o imágenes que componen el encuadre de un mensaje se pueden distinguir del resto de los mensajes por su capacidad de estimular el apoyo u oposición a las partes en un conflicto político. Segundo, que los encuadres que incluyen aspectos —palaras, imágenes, recursos retóricos— más resonantes culturalmente tienen el mayor potencial de influencia. Retomemos aquí la idea planteada más arriba:
La cultura es entendida como un conjunto organizado de creencias, mitos, estereotipos, valores, normas compartidos en la memoria colectiva de un grupo o sociedad. Justamente porque es comprendida como la base primaria de la constitución del conocimiento, el sentido y la comprensión del mundo exterior (Hall, 1997), es posible identificar en ella una colección compartida de frames que permite establecer ese vínculo entre producción y recepción de noticias.
Ahora bien, la resonancia no necesariamente significa darle mayor magnitud a un asunto. Algunas palabras e imágenes poseen resonancia suficiente para influir en la conciencia pública sin requerir un número significativo de exposiciones.
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Conocimiento previo
Aquí les presento unas diapositivas donde se sintetizan los rasgos centrales, las similitudes y las diferencias en la concepción del "framing" que Entman propone en el año 1993 y que resignifica diez años después.
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