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El Mito de la Objetividad

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“Los periodistas necesitan alguna noción eficaz de objetividad que minimice los riesgos que los cierres, las demandas judiciales o las reprimendas de los superiores imponen”.

Gaye Tuchman, 1999.

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La perspectiva del Framing que abrazamos en este seminario parte de la concepción de que actores estratégicos, periodistas y audiencias no reflejan ni transportan realidades políticas y sociales. Por el contrario, los temas, las cuestiones políticas y los acontecimientos son objeto de diferentes patrones de selección e interpretación que los definen y, por ende, los co-construyen. Enfatizamos la incompatibilidad con la idea de reflejo y negamos, por ende, la concepción de objetivismo informativo.

Matthes (2010, 2012) afirma que los patrones de selección e interpretación son, a la vez, negociados, impugnados y redefinidos a lo largo del tiempo, y pueden plasmarse en los mensajes como disputas por el sentido o como sentidos relativamente estabilizados. Ello es así porque están arraigados en la cultura y articulados por los sujetos, quienes los reeditan y recrean.

Los encuadres que subyacen en el discurso periodístico no pueden ser pensados de ninguna manera como un reflejo fiel de los hechos, sino como una representación simbólica de estos, llevada a cabo mediante una serie de operaciones para su interpretación. En otras palabras, los sentidos proyectados por esos textos emergen de un proceso complejo de creación y recreación del cual participan diversos factores que inciden de distintas formas. Tal es el caso de los géneros, las rutinas profesionales, las características del periodista o las reglas organizacionales del medio (Sadaba, 2008)

La idea misma de reflejo “lleva implícita una concepción lineal e instrumental de la comunicación y una caracterización de los públicos, es decir de los individuos comunes, como pasivos e incapaces de construir (…) sus propios significados acerca de lo que los medios ponen en su conocimiento” (Martini, 2002, p. 3).

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Gaye Tuchman (1999) recopila diez historias periodísticas en su artículo "La objetividad como ritual estratégico: un análisis de las nociones de objetividad de los periodistas", a las que se acerca como “observadora participante”. La autora advierte que los periodistas invocan procedimientos rituales para desviar las potenciales críticas y para seguir las rutinas circunscritas a los “límites cognitivos de la racionalidad”, en este sentido, recurren también a “estrategias” de representación. Reconoce tres factores que influyen en la noción periodística de objetividad: forma, relaciones inter-organizativas y contenido. Con forma se refiere a aquellos atributos de las noticias y periódicos que ejemplifican procedimientos informativos, como el uso de las comillas, por caso. El contenido indica aquellas nociones de la realidad social que los periodistas dan por sentadas; “también vinculado con las relaciones inter-organizativas del periodista, porque sus experiencias con esas organizaciones lo conducen a dar por sentadas ciertas cosas acerca de ellas” (p. 200).

Cada noticia conlleva peligros para el personal del periódico y para toda la organización informativa. Cada noticia afecta potencialmente a la disponibilidad de los periodistas para cumplir sus tareas diarias. Los periodistas afrontan estas presiones subrayando su “objetividad”, arguyendo que los peligros pueden minimizarse si se siguen unas estrategias informativas que identifican con las “noticias objetivas” (Tuchman, 1999, p. 202).

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