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Rutinas productivas. Experiencias

Los estudios sobre emisores y procesos productivos parten de la hipótesis general de que los productos informativos son una construcción organizacional a partir de un entorno y sus dinámicas, tanto internas como externas, y no una simple selección inocente del medio (Arrueta, 2013). Es decir, ya no se trata de poner el acento en los editores y en las premisas del mecanicismo y la distorsión individual e involuntaria, como proponían los estudios de gatekeeper, sino superar esos planteos a partir del estudio de rutinas y valores profesionales, de una división detallada del trabajo, de los patrones que se establecen en una redacción, por lo que es potencialmente un proceso de producción abierto, que condiciona estructuralmente pero que a su vez es condicionado por otros factores (organizativos y externos, por ejemplo, los anunciantes, la relación con el gobierno de turno).

Los procedimientos establecidos para recopilar, procesar y publicar cierta información y no otra, según el enfoque de Newsmaking, tienen consecuencias en el contenido y en la forma de los mensajes. Para esta mirada no se trata de periodistas sagaces, con olfato para encontrar la noticia, dotados de astucia para construir la noticia. O sí, en algunos casos. Pero sugiere que los periodistas, más que “cazadores” de noticias, son constructores. Y que las rutinas productivas son factores relevantes en esa construcción. De lo contrario, si sólo pensamos a nivel individual, ¿qué ocurre cuando a un periodista “se le cae” la nota a minutos del cierre de edición? ¿Se quita esa página del diario? Pues no, claramente.

Si bien una de las críticas que se les realiza a los estudios de Newsmaking es que se han focalizado en investigaciones a nivel microsocial y dejado de lado la investigación desde una óptica más macro, lo cierto es que este enfoque supera el sesgo de plantear la actividad periodística en términos individuales; hay factores organizativos que entran en juego y factores externos. Un ejemplo simple que podemos traer a colación está vinculado con la elección de los titulares. No siempre es una cuestión de preferencias del editor, a veces la construcción está vinculada a cuestiones tan simples como el espacio asignado “en las cajas de texto” del publicador utilizado, o el factor tiempo. Y, por supuesto, la línea editorial del medio.

Pastilla

Les propongo mirar un momento este video corto sobre las prácticas periodísticas, sobre las rutinas productivas de la profesión. Se titula "El infierno de la prensa". 

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Ahora hagamos una breve revisión por los principales referentes, poniendo el foco en los procesos de producción al interior de las redacciones. Vale destacar que a nivel metodológico los estudios del emisor se diferencian de los estudios de agenda por la elección de las técnicas de investigación: destacan la observación directa de los procesos productivos, las entrevistas en profundidad y la revisión bibliográfica y documental. En esta clase, pondremos el foco en los estudios que se posicionaron desde una mirada sociológica, a partir de la observación de las rutinas productivas en las redacciones de diarios.

Los trabajos de autores como Gaye Tuchman (1978) y Mark Fishman (1983) “demuestran cuáles son las rutinas simplificadoras en una redacción de diario, las divisiones del trabajo y los rasgos regularizados que establecen una plantilla, por lo que es potencialmente un proceso de producción abierto (…) que describe con gran detalle empírico los procesos socio-técnicos que ayudan a construir el proceso de producción” (Mosco, 2009: 233). La obra de Tuchman es fruto de una minuciosa investigación en la que la autora realiza extensas observaciones en dos medios de Estados Unidos (se destaca el periódico de Seabord City) y en la sala de prensa del Municipio de Nueva York, a fines de la década de los 60. Partió de interrogarse cómo los informadores deciden qué es noticia, por qué se ocupan de algunos ítems pero no de otros y cómo deciden lo que el público quiere conocer. La socióloga demostró que los hechos se convierten en noticia a través del proceso rutinario que siguen los profesionales de los medios (periodistas) para presentar la realidad que construyen y divulgan al público. Esa organización de las redacciones había impuesto un ritmo de trabajo que incidía en tres campos concretos (el espacio, el tiempo y las fuentes) y que ello influía en el temario de un medio.

Por su parte, Fishman se registró en 1976 como reportero de un periódico local de California, Record, convencido de que estudiar los métodos rutinarios de los periodistas le permitiría comprender cómo se fabrica la noticia, por sobre el estudio de “otras prácticas como los ardides de los medios de publicidad, la edición de los jefes de redacción o la línea editorial” (1983: 22).

Conscientes de la arbitrariedad que implica mencionar a unos pocos, destacaremos, no obstante, a autores como Miquel Rodrigo Alsina (1996), Mar de Fontcuberta (1993, 2006), Manuel López (1995), Héctor Borrat (2006) y García Avilés (2006); todos investigadores que analizaron las rutinas productivas en los medios, convencidos de que éstas influyen y se reflejan en el contenido de la información. En Argentina mencionaremos las investigaciones de Stella Martini (1999, 2000), quien se abocó a estudiar las rutinas de producción y diferenciarse de los estudios centrados, exclusivamente, en el mensaje y sus efectos. La autora brindó aportes tanto empíricas como teóricas. Y las contribuciones de Lila Luchessi, quien estudió las rutinas productivas en contextos de digitalización (Luchessi y Martini, 2004; Luchessi, 2010).

Por su parte, Arrueta (2010) analizó dos diarios de San Salvador de Jujuy para comprender las rutinas de producción en “contextos de periferia”. El autor concluyó que la noticiabilidad en contextos de periferia son los límites indivisibles entre el periódico y sus estrategias político-comerciales. Arrueta identificó que las nociones “interesante” y “significativo” no tienen estricto correlato con las demandas del público, sino con las habilidades entabladas por el diario (desde lo económico) y la relación aliados / no aliados del poder. 

Rost y Bergero (2012) lideraron un equipo de investigación en el que analizaron los cambios en las rutinas profesionales de los periodistas en redacciones de diario, en tiempos de convergencia. Si bien abordaron medios españoles y argentinos de alcance nacional, pusieron el foco en algunas provincias del interior. Mediante entrevistas a periodistas y editores demostraron que las redacciones están cambiando su organización del trabajo: abordaron diferentes aspectos, desde las estrategias de los medios para fusionar las redacciones a los nuevos perfiles profesionales requeridos en los periodistas. 

Históricamente, los estudios en comunicación pusieron la lupa en los efectos de los mensajes más que en las condiciones de producción. Hay que considerar que esta problemática reside en gran parte en el difícil, y a veces imposible, acceso al espacio interior de los medios, principalmente en el caso de los grandes medios. De todos modos, desde las miradas de la Economía Política de la Comunicación, la Sociología del Trabajo y principalmente desde los estudios de Newsmaking se puso la atención en las rutinas de producción y los procesos de organización productiva y del trabajo, especialmente en la última década, ante la necesidad de analizar los cambios al interior de las redacciones en un escenario de transformaciones políticas, sociales y económicas pero también, y fundamentalmente, tecnológicas.