Queridos compañeros:

                                          Con toda humildad y solo con el ánimo de aportar, envió esta comunicación, para expresar que más allá de la discusión del presupuesto. Existe una discusión donde chocan dos modelos.

Por un lado la UDELAR dejando claro su enfoque social y activo en la sociedad y asumiendo la enorme tarea de comprender la complejización que sufre el conocimiento, y su dinámica constante. Y por otro lado una visión de los actores políticos y/o partidos políticos que intentan instalar la idea de que es necesario educar profesionales con capacidades “técnicas”, es decir obreros calificados y carreras con un perfil claramente “tecnicista”.  También de alguna forma esta impronta, encierra la idea de que el cogobierno impide avanzar hacia este objetivo. Se ha desarrollado un discurso de “eficiencia” que esconde el deseo de controlar, limitar, y ejercer mayor verticalidad en el diseño de las carreras universitarias. Hay 2 factores que influyen en este fenómeno legisladores de edad avanzada que quizás no llegan a dimensionar el desafío actual de construir conocimiento, y por otro lado legisladores más jóvenes con un perfil conservador, que entienden el conocimiento como un fin estimado o cotejado por ciertos resultados.

Es preciso lograr trasmitir que por un lado los estudiantes llevan adelante un importante esfuerzo para culminar sus carreras, que además realizan aportes desde la extensión universitaria. Que la formación actual requiere un mayor esfuerzo de actualización constante. Que los actores sociales se benefician constantemente de la generación de conocimientos que se construyen dentro de la universidad.

La lógica “tecnicista” también produce apatía de participación a las nuevas generaciones, y además intenta crear un tipo de profesional que toma decisiones evaluando la realidad desde el análisis de cifras. Alejándolo de la reflexión social y la implicancia de su accionar. El modelo es, los “indicadores” nos obligan a tomar “determinadas medidas” como si fueran las únicas posibles.

Debemos comunicar el enorme esfuerzo que significa el cambio constante que existe en el conocimiento a nivel global, que impacta en los presupuestos y en los desafíos, el gran aporte que la universidad hace muchas veces en forma casi voluntaria. Y que su aportación se hace evidente.

Saludos Juan González