En algunos casos no he hecho devolución alguna. Esto significa, sencillamente, que recibí el avance, que no hay observaciones y que pueden seguir adelante con el plan de trabajo.
En su gran mayoría, los informes emplean una modalidad coloquial de exposición que no es útil a los efectos de la redacción final. Relean todos la comunicación general que les envié la semana pasada, y muy especialmente el punto 4. No despilfarren tiempo y energías limitándose a contar al profe lo que van a hacer, avancen página a página en el trabajo de elaboración. Todo lo que escriben debe ser utilizable como insumo para el informe final, aunque tal vez con retoques aquí y allá o modificaciones que pueden ser importantes.
Otro comentario referido a esta etapa. El tiempo es muy escaso, tenemos apenas cuatro semanas -en realidad 27 días contando a partir de hoy- para la entrega final. Esto requiere un importante esfuerzo de racionalización de los recursos disponibls, y sobre todo, una cuidadosa distribución de tareas en el grupo. El trabajo de equipo es un largo aprendizaje que, en realidad, nunca termina: siempre estamos aprendiendo a trabajar con otros, a generar empatía, a buscar entendernos. Un punto que puede constituirse en fuente potencial de conflicto, es la distribución de tareas entre las personas del grupo. Somos todos diferentes, en nuestras virtudes y potencialidades, en nuestras limitaciones, en la disposición de los tiempos. El trabajo en equipo supone un ejercicio humano de amplitud, comprensión, tolerancia, pero también exigencia del todo colectivo sobre cada una de las partes. Cada cual debe aportar a la tarea común: esa es la regla de oro. Un trabajo grupal renguea como tal, no termina siendo realmente grupal, si sólo uno o dos realizan las tareas o el grueso de las mismas. Unos tienen tendencia a descansarse, otros tienen tendencia a controlarlo todo personalmente, etc.: hace a la condición humana, con ella lidiamos. En circunstancias en que el tiempo acucia, estas cosas se vuelven aun más importantes. Reúnanse, encuéntrense cara a cara con regularidad, aunque es un hecho -y ustedes lo saben- que la mayor parte de la labor pueda coordinarse por vía remota. En el encuentro cara a cara es que se generan las condiciones para ponerse de acuerdo, para emparejar o compensar ritmos y estilos personales heterogéneos, para discutir lo que haya que discutir en tono fraterno y constructivo. Más allá de la diversidad -de tendencias, de estilos, de ritmos, de tiempos- cada cual debe aportar al grupo. Todas las diferencias son explicables. Lo único que no puede excusarse es la no participación, el descansarse en los demás.
Adelante entonces con este ejercicio de aprendizaje individual y colectivo, que va mucho más allá de la unidad curricular llamada “Comunicación y género” y hace al crecimiento intelectual, académico y personal de cada cual.
Ya está habilitada la tarea a entregar el próximo martes 22. Les deseo un buen trabajo y un mejor aprendizaje colectivo